Si las bajas temperaturas no son ya suficiente molestas durante los meses de invierno, también tenemos que lidiar con otro problema propio de esa época: ¡el coche no aaranca! ¿Por qué mi coche no arranca en invierno? Todos nos hemos formulado esta pregunta alguna vez, mientras maldecíamos al frío invernal y corríamos a coger el bus para no llegar tarde a la oficina… En este artículo, queremos arrojar un poco de luz sobre este fenómeno tan molesto y, por supuesto, ofrecerte algunaso consejos y soluciones.
¿Qué le pasa al coche en invierno?
Pero si el resto del año funciona perfectamente y no me da ningún problema, ¿por qué en invierno el coche no arranca? Como era de esperar, la respuesta está estrechamente relacionada con las bajas temperaturas propias de la época invernal.
Y es que el frío afecta muy negativamente a muchos de los componentes del coche… Para empezar, los elementos de goma, como los neumáticos o los diferentes manguitos del motor, pierden elasticidad y funcionan peor. A la batería le cuesta más suministrar electricidad al vehículo. Y, por si fuera poco, los líquidos internos del coche se vuelven más viscosos o incluso pueden llegar a congelarse. Todo esto, como es lógico, pasa factura al funcionamiento y rendimiento del automóvil.
En el caso de los elementos de goma, el frío puede volverlos más rígidos y hacer que se agrieten. El aceite, como otros líquidos del coche, se vuelve mucho más viscoso a bajas temperaturas, lo que se traduce en una notable reducción de su capacidad de lubricar el motor, con el consiguiente riesgo que ello implica para las distintas piezas. Por su parte, si la batería se daña por el frío, el resultado no es otro que un coche que no arranca en invierno.
¿Cómo arrancar el coche en invierno?
¿Y no se puede hacer nada cuando mi coche no quiere arrancar en invierno? ¿Tengo que resignarme, y coger el transporte público para llegar a mi destino? Aunque somos grandes defensores del uso del transporte público para reducir la contaminación de las ciudades, lo cierto es que también queremos echarte una mano para que aprendas cómo arrancar el coche en frío. Presta atención:
Lo primero es ser precavido, y tratar de aparcar el coche en un lugar en el que esté protegido del frío, como un garaje. Si no tenemos una plaza propia y tenemos que aparcar en la calle, procuraremos hacerlo en un lugar que esté protegido del viento o, si no fuera posible, al menos aparcar de espaldas al viento.
Un truco bastante efectivo es el de calentar la batería para poder arrancar el coche en invierno. Ya hemos dicho que, con las bajas temperaturas, la batería pierde rendimiento y le cuesta suministrar la electricidad al vehículo. Por eso, calentarla un poco antes de arrancar puede ser una buena idea.
Bastará con traer de casa un paño calentado en seco (con el secado o con la plancha), y colocarlo sobre la batería unos instantes, hasta que esta entre en temperatura. Luego, retiramos el paño caliente, y arrancamos el coche. Pero, cuidado, no debemos usar una llama ni ningún otro material incandescente para calentar la batería, que puedeser muy peligroso.
Accionar el contacto varias veces también suele ser una práctica efectiva, si el coche es diésel. Bastará con hacerlo 2 ó 3 veces. El secreto reside en que los motores diésel se enciende por compresión, haciendo uso de la bujías de precalentamiento. estas piezas se encargan de calentar la cámara de combustión del motor para facilitar su arranque. Al accionar el contacto varias veces, hacemos que el proceso de calentamiento de la cámara se prolongue y que el arranque cueste menos.
Con los coches de gasolina, es suficiente con accionar el contacto una vez para que el motor arranque, ya que basta una única chispa para encenderlo. Eso sí, para ello, las bujías deben estar en perfecto estado.
Con el coche ya arrancado, te recomendamos que permanezcas al ralentí un par de minutos. En ese tiempo, conseguirás que los líquidos internos del vehículo cojan temperatura y funcionen de manera correcta y segura para el mantenimiento del motor.