Cuando somos padres por primera vez, recibimos un aluvión de información nueva para nosotros. No solo en lo que respecta a los cuidados del bebé, sino también a la cantidad de artilugios y cachivaches que tenemos que comprar. Una de esas compras obligadas, y que además conlleva aprender un montón de información es la sillita de bebés para el coche. Tipos, anclajes, homologación, grupo… Son muchos los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir uno de estos productos. En nuestro artículo, nos centraremos en responder una de las dudas más habituales de cualquier padre en el momento de elegir una de estas sillas: ¿las sillas a contramarcha y las sillas giratorias son lo mismo?
Lo cierto es que no, no son lo mismo… ¡Aunque se parecen bastante! Así que, si estás en pleno proceso de elección de sillita para el coche, y a ti también te ha surgido esa misma duda sobre este tipo de productos, acompáñanos, porque aquí te contaremos las diferencias entre sillas a contramarcha y sillas giratorias.
¿En qué se diferencian las sillas giratorias de las sillas a contramarcha?
Empezaremos definiendo ambos tipos de productos de manera global, y luego nos ceñiremos a las particularidades de cada uno de ellos, ¿te parece bien? En ese caso, te diremos que ambos tipos de sillas forman parte del conjunto de diferentes «SRI» o «Sistemas de Retención Infantil» que podemos encontrar en el mercado. Su finalidad, como podrás imaginar, es la de ofrecer a los niños un sistema de seguridad al desplazarse en coche, que impida que sean sacudidos o que salgan despedidos, en caso de accidente o deceleración brusca. Ambas sillas se colocan en los asientos traseros, y presentan diferentes variedades, en función del peso, la esatura y la edad de los niños para los que son diseñadas.
Empezando con las sillas a contramarcha, te diremos que se trata de sillitas de niño para el coche que, como bien indica su propia nomenclatura, se colocan en el sentido contrario a la marcha del vehículo. Dicho con otras palabras, se instalan de tal manera que el niño queda mirando hacia la parte trasera del vehículo. Esto es así porque, en los niños, los músculos cervicales, el cuello y la columna vertebral no están lo suficientmente desarrollados, por lo que un latigazo por una deceleración o un impacto del vehículo podría ocasionarles una lesión muy grave o incluso la muerte. Al ir sentados a contramarcha, el respaldo de la sillita retiene la cabeza del niño, evitando que la fuerza de la inercia le provoque la temida sacudida. Sentados a contramarcha, el número de lesiones graves y de casos de muerte infantil en accidentes de tráfico se reduce notablemente.
Por su parte, las sillas giratorias se llaman así porque cuentan con una base sobre la que puede girar el asiento de la sillita, con el objetivo de facilitar a los padres el sentar al niño o, cuando sea más mayor, el poder cambiar su orientación al sentido de la marcha. Por supuesto, en las sillitas giratorias, el niño también puede sentarse a contramarcha (de hecho, debe hacerlo por ley hasta que llegue a los 9 kg de peso, que equivale a los 10 meses de vida; aunque los expertos recomiendan mantener dicha posición el máximo tiempo posible, por ser la más segura).
Sillas a contramarcha vs sillas giratorias: comparativa
Silla a contramarcha o sillas giratoria: ¿cuál es mejor? Muchos padres debaten acaloradamente sobre este tema… Pero lo cierto es que ambos sistemas son muy parecidos entre sí, ya que ofrecen un nivel de seguridad similar, y las únicas diferencias se aprecian en aspectos más secundarios, como la usabilidad o el precio. A continuación, compararemos ambos tipos de silla, en función de varios parámetros:
- Seguridad: como acabamos de decir, los dos tipos de sillas brindan idénticos niveles de seguridad a los niños. Eso sí, hay que asegurarse siempre de que la silla que escojamos, sea de un tipo o de otro, esté perfectamente homologada en función de la normativa vigente.
- Anclaje: aquí, encontramos otro empate, pues los dos tipos de sillas cuentan con modelos que utilizan los cinturones de seguridad, el sistema ISOFIX o ambas modalidades como sistema de anclaje al vehículo.
- Comodidad: no tiene por qué ser diferente entre un tipo y otro. Y es que cualquier silla infantil para el coche, además de buscar la máxima seguridad, también pretende resultar cómoda para los niños. Habrá modelos más o menos confortables, pero eso ya dependerá de la marca en cuestión y del modelo concreto, no de la tipología de la silla.
- Instalación: en este apartado, hemos de decir que ganan las sillas giratorias. Y es que, aunque ambos tipos de sillas requieren una instalación similar, a la hora de colocar al niño resulta mucho más sencillo en las giratorias, ya que pueden girarse hasta orientarse hacia la puerta, lo que permite que sentemos al niño de forma más cómoda.
- Durabilidad: en este punto, quizás podríamos dar una ligerísima victoria a las sillas a contramarcha. Pero solo por una mera cuestión técnica… Y es que, al no contar con mecanismos de giro (como los de las sillas giratorias), es menos probable que se produzca un fallo. No queremos decir con esto que las sillas giratorias se estropeen con facilidad, ni mucho menos, pero sí que cabe la posibilidad de que, con el uso o la suciedad, el mecanismo de giro se endurezca o que se vuelva más tosco a la hora de utilizarlo.
- Vida útil: en esta ocasión, son las sillas giratorias las que toman la delantera, pues su habilidad de giro permite que, cuando alcance la edad necesaria que indica la norma, podremos girar la silla para que el niño viaje en el sentido de la marcha. En las sillas a contramarcha, cuando llegue ese momento, habrá que sustituir la silla por un modelo que se instale a favor de l marcha del vehículo.
- Precio: aunque es un factor que depende mucho de la marca y del modelo, podemos decir que, por norma general, las sillas a contrmarcha son un poco más económicas, ya que su diseño es más simple y con menos piezas y componentes que las sillas giratorias.
Como acabamos de ver, las ventajas y desventajas de las sillas a contramarcha y sillas giratorias quedan muy compensadas. Por ello, debe depender de las preferencias de cada uno el optar por un tipo de silla u otro. Sabiendo que ambas son igual de seguras, ¿te decantas por una silla a contramarcha o por una giratoria?