Aunque la teoría nos dice que se puede pintar o repintar un coche en cualquier época del año sin problemas, lo cierto es que la temperatura puede jugar un papel muy importante en las propiedades de las pinturas y barnices que se emplean en el proceso. Esto es algo que nos lleva a preguntarnos ¿se puede pintar el coche en invierno?
La respuesta es que sí, ¡claro que se puede!, pero hay que matizarla un poco… Y es que las bajas temperaturas propias de los meses de invierno pueden influir sobremanera en las propiedades de las pinturas, por lo que resulta conveniente (o más bien obligatorio) seguir ciertas pautas para pintar un coche en invierno sin problemas. En este artículo, repasaremos las más importantes.
Recomendaciones para pintar un coche en invierno
A continuación, te vamos a enumerar los principales consejos o trucos para pintar un coche en invierno y obtener los mejores resultados posibles. Toma nota:
- Utilizar aditivos especiales.
Como ya hemos dicho, las bajas temperaturas pueden alterar las propiedades o el comportamiento de la pintura. En especial, en lo referente al secado y endurecimiento de la misma. Por eso, si vamos a pintar el coche en invierno o en una zona especialmente fría, conviene utilizar los aditivos pertinentes que nos garanticen el perfecto estado de la pintura en condiciones de bajas temperaturas. - Respetar la temperatura de uso y almacenaje recomendada.
No solo es importante vigilar la temperatura de la pintura en el momento de su aplicación. También durante su almacenaje deberá permanecer dentro de el rango de temperatura recomendado por el fabricante (suele rondar entre los 15º y 30º C). De esta forma, lograremos que la pintura no pierda sus propiedades de viscosidad o de reacción con el endurecedor de la pintura. - Mantener la viscosidad adecuada de la pintura.
Las bajas temperaturas provocan una alteración en la viscosidad de las pinturas (sean del tipo que sean). Por ello, antes de su aplicación, debemos supervisar su estado, y cerciorarnos de que la viscosidad es la adecuada. Si observamos que la pintura está demasiado viscosa, tendremos que compensarlo con un aumento de la dilución, para devolverla a su estado óptimo. Pero, ojo, no hay que pasarse, o la pintura perderá capacidad de concentración a la hora de cubrir las superficies del vehículo. - Evitar el choque térmico con el coche.
De nada nos servirá tener la pintura a la temperatura perfecta, si en el momento de aplicarla, el coche está demasiado frío por haber estado a la intemperie en los momentos previos al proceso de pintado. Para evitar este choque térmico que también puede alterar las propiedades de la pintura, es conveniente atemperar el coche, dejándolo horas antes en la cabina de pintado, para que su temperatura se corresponda con la ambiental del interior. - Preparar la superficie de forma correcta.
Para obtener resultados perfectos, es de vital importancia que las piezas del coche que se van a pintar estén completamente limpias y secas. Es habitual que en la carrocería del coche se acumule polvo, suciedad, grasas y otras sustancias, por lo que es imperativo lavar el coche con agua y jabón y secarlo completamente antes de proceder al pintado. - Seguir a rajatabla los tiempos de evaporación.
Los tiempos de sacado e imprimación que indica el fabricante de la pintura son muy importantes para que el resultado sea el idóneo, por lo que hay que seguirlos a rajatabla. No obstante, si la temperatura es muy fría (algo habitual en invierno), no está de más que aumentemos ligeramente los tiempos de evaporación recomendados por el fabricante, para asegurarnos de obtener el acabado perfecto.
Si te aseguras de seguir todas estas recomendaciones, no tendrás problemas a la hora de pintar el coche en invierno y conseguir buenos resultados. Además, todas estas medidas también te servirán para rentabilidad la productividad en los procesos de reparación de chapa y pintura de vehículos, por lo que cualquier profesional del ramo debería seguirlas.